Rupestris es un término latino que en nuestro idioma se transformó en la palabra rupestre, que vive entre las rocas. Muy común en toda Asturias, en algunas zonas invade los muros y rocas sombrías y con bastante humedad.
La planta posee una cepa o base engrosada de la que surge un tallo erecto y simple, que en ocasiones alcanza los 60 cm. De aquí parten unas hojas carnosas con un largo peciolo, de forma redondeada con un hoyo casi en el centro, por eso el nombre, del latín, umbilicus, ombligo.
Las flores son de color blanco amarillento, formadas por 5 pétalos soldados en forma de tubo un poco campanulado. Florece desde mayo hasta agosto.
Esta planta resulta muy útil para curar llagas y heridas, sobre las que debemos aplicar las hojas previamente machacadas en un mortero. Cuando la herida es pequeña podemos colocar las hojas directamente, quitándoles antes su fina capa superficial.
La primavera es la mejor época para hacer una recolección del ombligo de Venus con fines medicinales, cuando la planta está muy fresca, para luego aprovechar sus propiedades diuréticas, cicatrizantes y antisépticas. Si buscamos el efecto diurético de esta planta entonces es preciso machacar tallos y hojas, colarlo todo muy bien y preparar un zumo con una cucharada diluida en un vaso grande de agua.
Como siempre, es preciso conocer la opinión del médico antes de tomar o aplicar cualquier remedio natural.
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