Paxarinos, gallos, pitinos, calzones de cuquiellu – Linaria triornithophora

  

    Cuando se indica que un ser vivo es una especie endémica de cierta región, significa que se localiza exclusivamente en un lugar o espacio geográfico determinado de forma natural. 

   Las linarias pertenecen a una familia numerosa con una gran variedad de parientes por todo el mundo, en la península ibérica se han clasificado cerca de 100 plantas de este género. Pero curiosamente  esta llamativa linaria, nuestros paxarinos o pitinos, es una especie endémica del noroeste peninsular, tenemos la suerte de poder disfrutar de ella en esta zona.

   Es una herbácea que puede superar el metro de altura. Sus hojas se disponen de tres en tres o de cuatro en cuatro a lo largo de los tallos, y tienen forma lanceolada, sentadas o sin peciolo, con el borde entero y tres nervios bien marcados.

   Sus flores son muy llamativas y vistosas, nacen de tres a doce o quince al final de los tallos, aunque se disponen en grupitos de tres. El nombre vulgar y científico se debe a que la disposición de la corola recuerda la cabeza de un pájaro, con un espolón peculiar en la parte de abajo en forma de sombrero de bruja.

   El cáliz está formado por cinco sépalos lanceolados, todos del mismo tamaño, y la corola tiene cinco pétalos soldados de color púrpura violáceo o violeta menos en la garganta que es amarillenta, son un poco más pálidas si crecen en lugares soleados. Florece desde abril-mayo hasta septiembre.

   El fruto es una pequeña cápsula de donde salen las semillas, que parecen lentejas aladas.

   Es bastante frecuente en zonas bajas, desde el nivel del mar, y de media montaña en nuestra región. La podemos encontrar en bordes de caminos, taludes, matorrales y claros de bosques mixtos. Suele crecer con bastante luz aunque no descarta la sombra.