A primera vista, los cardos quizás no resulten tan llamativos como otras plantas pues en ocasiones son un tanto molestos debido a sus consistentes espinas que aparecen en todas sus hojas. Si nos acercamos con cuidado para examinarlos veremos que muchos presentan flores vistosas y hojas con una estructura y coloración diferente.
Como ya he anotado en el análisis de otras plantas, en la región asturiana existe una dilatada diversidad de cardos, y en algunos casos resulta complejo identificarlos correctamente. En este caso la cardota es uno de los más sencillos y vistosos, con inflorescencias que guardan gran parecido a la ´centaurea`, de ahí le viene el nombre popular de ´centaurea lechosa`.
Se trata de una planta herbácea con tallos rectos y ramificados, sobre todo en la parte superior, cubiertos por una especie de fieltro blanco y que puede alcanzar el metro de altura. En su nombre científico, la palabra´tomentosa` significa densamente cubierto de pelos cortos, haciendo referencia a sus tallos y al envés de las hojas.
Sus hojas verdes, largas y lanceoladas, con nervios blancos, están divididas en segmentos espinosos; y con el envés blanquecino y cubierto de pelos. Los márgenes presentan fuertes espinas.
Las flores son de color rosa violáceo, en ocasiones blanquecinas, que se reúnen en inflorescencias solitarias bastante grandes en la parte superior de los tallos. Rodeadas por un envoltorio protector de escamas espinosas, formando un conjunto muy llamativo en las distintas fases de la floración.
Florece entre abril-mayo hasta septiembre. Prefiere lugares soleados y los solemos encontrar en lugares de desecho, bordes de caminos, escombreras, terrenos sin cultivar, …..
No hay comentarios:
Publicar un comentario