Durante las estaciones de otoño e invierno nos llaman la atención algunas plantas en plena floración, en teoría puede resultar un tanto insólito y atípico pero realmente esto ocurre, sobre todo si se trata de plantas alóctonas como es el caso de este vistoso Senecio con flores amarillas muy llamativas.
Como ya ha quedado expuesto al describir otras especies, en Asturias tenemos una amplia colección de plantas introducidas en la mayoría de los casos con fines ornamentales pero que se han naturalizado, adaptándose a las condiciones ambientales de nuestra rica región.
He estado observando personalmente el crecimiento y desarrollo de esta hiedra y queda claro que posee un comportamiento invasor, impidiendo y anulando la existencia de otras especies, en poco tiempo es capaz de acaparar amplios espacios pues se expande con mucha facilidad.
Senecio angulatus es una planta trepadora que aprovecha cualquier soporte, árbol, arbusto u otra planta para desplegarse con tallos poco ramificados pero muy extensos, llegando en ocasiones a los tres metros de longitud.
Sus hojas son alternas, pecioladas, algo carnosas, destacando por su brillante color verde claro, se parecen a las de la hiedra. Tallos y ramas crecen enredados generando un aspecto frondoso.
Sus atractivas flores están formadas por cinco pétalos de color amarillo luminoso y un pequeño nectario central algo más oscuro. Se agrupan formando capítulos terminales de 4 a 6 flores. Florece en otoño-invierno.
Originaria de Sudáfrica fue introducida como planta decorativa en zonas ajardinadas y con el paso del tiempo se ha convertido en un arbusto perenne. Invade con facilidad setos, sebes, especies arbóreas y todo lo que puede servir de apoyo.
En Asturias se encuentra naturalizada de forma dispersa en escombreras y zonas alteradas, orillas de ríos y riachuelos, bordes de caminos y carreteras, zonas ajardinadas, …….. le encanta los lugares soleados.
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