En las orillas de los ríos y lugares encharcados o prados con bastante humedad, es fácil encontrar esta voluminosa planta rojiza con tallos altos y derechos, y gran cantidad de ramas, que a veces alcanza los dos metros de altura.
Las hojas se sitúan de dos en dos, opuestas, lanceoladas, con los bordes dentados y peciolos cortos. Muy parecidas a las hojas del cáñamo (cannabis), esto explica su nombre científico.
En la parte alta de la planta suelen aparecer abundancia de tallos de donde salen grupos o ramilletes de flores en forma de tubo, rematado en cinco lóbulos o dientes. Son hermafroditas con una corola de color blanco, rosado o purpúrea. Florece entre julio-agosto hasta noviembre.
Aunque sus raíces y hojas han sido bastante utilizadas, desde la época antigua de los griegos, por la medicina popular debido a sus propiedades y porque contiene principios activos, en la actualidad se ha restringido su uso en el campo farmacéutico debido a las contra-indicaciones y a la presencia de sustancias no aconsejables en la planta.
Según la medicina tradicional, las raíces estimulan la expulsión de la bilis retenida en la vesícula y son laxantes, y las hojas aunque amargas son diuréticas, es decir facilitan la eliminación de orina. Se le atribuyen otros usos medicinales, aunque de forma moderada, para disminuir el colesterol, como estimulante del apetito facilitando la digestión, ante procesos gripales, conjuntivitis, ……
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