Cenoyo de mar, hinojo marino, perejil de mar – Crithmum maritimum

   El cenoyo, habitual en los lugares de costa, es una planta rica en minerales y vitamina C, y sobre ella se cuentan muchas anécdotas, usos y propiedades. Los griegos y romanos la comían cruda, formando parte de sus ensaladas, y cocida como verdura.

   Queda claro que es comestible, y todavía en la actualidad está presente en la gastronomía tradicional de muchos pueblos costeros de Baleares y otras regiones mediterráneas.

   Crece en terrenos rocosos, grietas, rellanos y acantilados del litoral cantábrico y el Mediterráneo, también en la costa atlántica europea y norte de África.

   Posee tallos leñosos en la base, carnosos, gruesos, flexibles y muy ramificados, con fuertes rizomas para soportar las acometidas del viento. Las hojas son carnosas con un contorno triangular y redondeado. Con un largo peciolo en las inferiores, sin embargo en las superiores se acorta. Desprenden un cierto aroma a limón.

   Las flores originan inflorescencias en forma de umbela, en la que los pedúnculos arrancan radialmente de un punto, alcanzando la misma altura. Son pequeñas y de color blanco o amarillo verdoso. Habitualmente hermafroditas. Florece desde mayo hasta julio-agosto.

   Posee propiedades beneficiosas similares al hinojo común – foeniculum vulgare como diurética, depurativa y digestiva. Existen muchas historias en torno a esta planta, conservada en vinagre era muy apreciada por los marineros en alta mar para prevenir el escorbuto por su alto contenido en vitamina C, también la consumían cuando regresaban a tierra enfermos después de largos viajes.

   Es una especie protegida por su importancia ecológica, y su recolección está prohibida en algunas zonas, como en las Islas Baleares. Como curiosidad, el cenoyo de mar en inglés se conoce como ‘samphire`, proviene del francés ‘hierba de San Pedro`, cuyo nombre fue evolucionando a ‘sampetre`, luego ‘sampier`, y finalmente ‘samphire`, ya que sus raíces penetran por las grietas de las rocas.