Suele llamar mucho la atención tanto por la peculiar belleza de sus flores como por la esencia olorosa que éstas desprenden, sobre todo al atardecer y por la noche.
Se trata de una planta arbustiva o leñosa y trepadora, que puede llegar hasta los 4 – 5 metros. Suele crecer en medio de zarzales, setos, zonas abiertas de bosque, ……. muchas veces plantada como ornamental para cubrir muros, vallas, ….. En ocasiones las encontramos en lugares de penumbra o umbrosos pues aunque les encanta el sol prefieren tener sombra en la base, cerca de las raíces.
En realidad se trata de un arbusto de hojas caducas o caedizas, ovaladas y algo lanceoladas, de color verde oscuro por el haz, las cuales se disponen enfrentadas, de dos en dos, con un peciolo muy corto o sobre las ramas.
Las perfumadas flores de la madreselva se reúnen al final de las ramas formando una hermosa inflorescencia, de color blanco amarillento, en ocasiones con tonalidades rojizas, y una vez polinizadas adquieren un color anaranjado.
Flores atrompetadas que al principio configuran un largo tubo que se abrirá en dos labios por donde salen los llamativos y prolongados estambres con sus anteras, y el pistilo. Es fácil encontrarla en plena floración entre julio y octubre, dependiendo de la zona.
A finales de verano o ya dentro del otoño maduran los frutos, unas bayas redondeadas, al principio de color verde que posteriormente adquieren un rojo brillante, muy apreciadas por las aves.
Se hacen comentarios sobre las propiedades medicinales de las madreselvas, aunque en este caso opino que debemos ser muy prudentes ya que contienen sustancias tóxicas, produciendo vómitos, alteraciones cardíacas, e incluso la muerte.
Todas las partes de la planta son tóxicas, y por tanto peligrosas, especialmente las llamativas bayas de color rojizo. Se libran los pájaros ya que las comen con mucha frecuencia.
Las flores son las únicas partes no tóxicas y poseen un néctar muy dulce, de ahí el nombre de ‘chupamieles`, y pueden calmar la tos. También se habla del té de madreselva, aunque insisto en el criterio de que es una planta para disfrutar de sus aromas, contemplando sus atractivas inflorescencias. Es preferible no experimentar con ella.
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