Subiendo desde los puertos de Marabio al picu Caldoveiro (Teverga, Yernes y Tameza) a mediados de abril, tuve la suerte de tropezar …. y disfrutar de una nutrida comunidad de narcisos, en una pequeña campera al lado del sendero, repartidos en pequeños grupos, o solitarios.
Esta hermosa y original planta se ha estudiado y cultivado desde hace miles de años, y los botánicos han discutido mucho sobre su clasificación desde el principio, por este motivo la denominación de las distintas especies de Narcissus resulta tan complicada, en Asturias existe una amplia variedad.
En ocasiones desmoraliza no conseguir una correcta identificación, aunque todo queda subsanado cuando descubrimos un cúmulo de narcisos y contemplamos su atractivo porte.
El encuentro fue casual pues aunque es bastante frecuente en la zona central de Asturias, está localmente concentrado, es decir no se pueden determinar lugares fijos. Suelen crecer en compañía de alisos, zonas de pradería y roquedos desde enero hasta abril.
Es una planta bulbosa, es decir posee bulbos subterráneos que poseen reserva de nutrientes y alcanza cierta altura con hojas largas y planas.
Esta variedad de tortuosus posee flores bastante grandes, solitarias y caídas. Tienen forma de trompeta, con el tubo recto, de color amarillo intenso o azufrado, y una corona de pétalos, inclinados hacia adelante, de color amarillo blanquecino o más pálido.
Debido a la controversia taxonómica existente en torno a los llamativos y seductores narcisos, es preciso indicar que en algunas guías y/o libros de plantas también la podemos encontrar con el nombre de Narcissus pseudonarcissus subs moschatus, o Narcissus moschatus, es la misma planta, el trompón.
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