Muy frecuente en toda Asturias, se encuentra por toda la Península Ibérica y Europa. En algunos lugares se considera una mala hierba incómoda, tiene una gran capacidad para extenderse y en ocasiones envuelve a otras plantas hasta ahogarlas. Precisamente el nombre genérico “convolvulus” procede del latín “convolvere” y significa enredar o enrollar.
Como todas las trepadoras, la corrigüela necesita a las plantas cercanas para utilizarlas como soporte o apoyo y así alcanzar las partes más altas. Posee tallos muy ramificados que alcanzan los dos metros de longitud. De sus delgados, débiles y angulosos tallos salen numerosas flores separadas, pequeñas y con largo peciolo.
Es una planta vivaz, se repone cada año a partir de sus duras raíces, muy extendidas y profundas. Pequeños pedazos de raíz son capaces de originar nuevas plantas. Efectivamente, se desarrollan con mucha facilidad.
Las flores nacen de las axilas de las hojas, solitarias y algunas veces de dos en dos, con forma de embudo. El cáliz presenta cinco dientes y la corola es de color blanco, en ocasiones con diferentes tonos rosáceos, sobre todo en los bordes.
Esta corrigüela genera numerosas flores que adornan bordes de caminos, setos, zonas de pradería, tapias, muros, verjas y lugares de todo tipo. Prefiere lugares soleados. Florece desde mayo hasta octubre-noviembre, en algunos lugares todo el año.
Se utiliza como remedio natural para prevenir o reducir el estreñimiento ocasional, aunque es poco conocida popularmente por sus interesantes propiedades purgantes. Se toma en infusión utilizando las hojas y raíces machacadas.
A veces convive con la correhuela mayor – Calystegia sepium, y podemos confundirlas, …. o nos entra la duda. Desde el punto de vista botánico existen algunas diferencias, pero buscando un enfoque didáctico y fácil, ……. las imágenes son de gran ayuda para una correcta identificación.
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