En nuestra rica naturaleza tenemos plantas engañosas y por consiguiente peligrosas. Exploradores y aventureros, ¡¡Mucho cuidado!! La dulcamara, de bonitas y vistosas flores, es una de ellas pues contiene sustancias venenosas en toda la planta.
Por otro lado, en sentido opuesto, ha sido utilizada desde tiempos antiguos como planta medicinal con diversas propiedades curativas. ¡Debido a su alta toxicidad no se deben realizar preparativos caseros con la dulcamara!
Posee largos tallos rastreros o trepadores que pueden llegar a los dos metros de longitud, cubiertos de hojas alternas y variables, la mayoría ovaladas o lanceoladas, con largos peciolos.
Las flores se reúnen en inflorescencias colgantes y están formadas por cinco pétalos de color azul-violeta, que contrastan con sus llamativas anteras de color amarillo. Muchas veces encontramos flores y frutos a la vez.
Crece en matorrales húmedos, orillas de riachuelos, herbazales, zanjas, ……. en suelos húmedos, habitualmente pedregosos y/o arenosos. Prefiere la penumbra. Florece desde junio hasta agosto-septiembre.
Como sucede con otras plantas venenosas, la dulcamara ha sido utilizada como remedio aprovechando sus cualidades depurativas y diuréticas en problemas de circulación, obesidad debido a la acumulación de líquidos, piedras en el riñón, reumatismos, ……. también se usa contra la fiebre, neumonía, bronquitis crónica, ……
Externamente se emplean baños y compresas para curar dermatosis, eccemas, úlceras, verrugas y otras alteraciones de la piel. Para este uso medicinal se recolectan los tallos más jóvenes y tiernos.
Debido a sus propiedades curativas, toxicidad y otras características tiene una extensa listas de nombres populares, en distintas zonas o regiones: matagallinas, amargamiel, uvas del diablo, emborrachadora, dulciamarga, …….
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