Estamos ante una trepadora que necesita el apoyo de otras plantas para poder expandirse y elevarse. Clematis procede del griego y significa ´que trepa`. Posee tallos leñosos en la parte inferior por lo que en ocasiones se convierte en un arbusto trepador pues se ramifica con enorme facilidad.
Frecuente en bordes de caminos, matorrales, zarzales, bosques y setos de toda la región asturiana, desde las zonas de costa hasta lugares de montaña. Las hojas se disponen opuestas, y son ovaladas, alargadas y un poco acorazonadas al principio, con los bordes enteros.
Las flores crecen desde las axilas de las hojas, se agrupan en pequeños ramilletes y poseen cuatro sépalos dispuestos en cruz, de color blanco y que actúan como falsos pétalos, con gran cantidad de estambres y un llamativo pistilo. Florece durante el verano, desde junio hasta agosto-septiembre. Cada flor genera abundantes frutos diminutos, parecidos a las lentejas y con presencia de largos pelos plumosos.
Puede producir dermatitis con el contacto. Si machacamos un poco hojas frescas obtenemos un jugo que causa irritación, enrojecimiento y ampollas en la piel, por este motivo es conocida también como ´hierba de pordioseros`. En la época medieval los mendigos se frotaban con esta planta para producirse llagas en manos, brazos y piernas, y así despertar la compasión al pedir limosna. Al secarse pierde estas propiedades irritantes.
Sus lianas o largos y delgados tallos tienen mucha fibra y consistencia por lo que han sido muy utilizados en la zona rural para atar, amarrar y sujetar a modo de cuerda las vacas al yugo, riestras de maíz, …….. para jugar a la comba, ….. y también en cestería.
Toda la planta es tóxica, venenosa por lo que en ningún caso debe consumirse de forma oral. En libros, guías e informes se expone su posible uso para dolores reumáticos, combatir neuralgias y estrés, como diurética y analgésica, …….. pero no existe una certeza contrastada y debido a su toxicidad en ningún caso es recomendable.
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