Esta planta que crece en prados húmedos, cunetas, cerca de estanques y bordes de riachuelos o corrientes de agua, es una de las más utilizadas como medicinal desde la antigüedad.
Sus tallos erguidos, que suelen ramificarse en la parte alta, llegan hasta los 2 metros de altura y rematan en grupos de flores de color crema que desprenden un olor muy agradable.
Las hojas, con los bordes dentados y de buen tamaño, recuerdan a las del olmo, de ahí viene su nombre de Ulmaria. Las flores, muy numerosas y pequeñas, se agrupan formando inflorescencias en la zona superior, con cinco pétalos de color entre blanco y crema claro, tienen abundantes estambres. Florece entre mayo-junio y agosto.
Se suele recoger en julio, cuando está en plena floración, se seca y se almacena, para luego usarla. Contiene ácido salicílico, también llamado spírico, y se considera como precursora de la aspirina ya que posee muchas de sus propiedades.
Por este motivo tiene una gran diversidad de aplicaciones. Se utiliza contra la diarrea y acidez de estómago, es antiinflamatorio y favorece la eliminación de urea y ácido úrico. Es empleado como diurético en infusión y es muy útil para el reumatismo articular, al poseer ácido salicílico. Tiene más utilidades.
De todas las maneras debemos siempre tomar precauciones y ser cautelosos, y conocer en todo momento las cantidades exactas para su adecuado uso.
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