Las plantas trepadoras han conseguido, con el paso del tiempo, las adaptaciones precisas para dejar el suelo, elevándose hacia la luz del sol, y así conseguir una apropiada fotosíntesis. Utilizan sus propios recursos para apoyarse en cualquier planta o soporte, trepando y elevándose hasta el lugar soleado.
Una de estas plantas es la corrigüela, una trepadora que puede alcanzar los 5 m. de largo. Es fácil de localizar en setos, zarzales, bordes de caminos, orillas de ríos y arroyos, escombreras, …… pues es muy abundante en toda la región. Sus hojas son grandes, alternas, contienen un largo peciolo y un limbo acorazonado o sagitado, con los bordes enteros o sinuosos.
Las flores suelen llamar la atención pues son grandes y habitualmente crecen solitarias. Brotan de las axilas de las hojas, con una corola blanca o rosada formada por cinco pétalos soldados en forma de campana o embudo. El cáliz está cubierto por dos hojuelas acorazonadas-lanceoladas. Florece desde junio hasta septiembre-octubre.
Desde el punto de vista medicinal interesa principalmente el rizoma aunque también se recolectan las hojas. Suele ser un buen remedio en casos de estreñimiento agudo pues actúa como laxante o purgante en función de la dosis.
También resulta bastante eficiente y favorecedora para la evacuación no violenta de la bilis retenida en la vesícula biliar. Una vez más, mucho cuidado con el uso indiscriminado de cualquier planta, siempre debemos conocer sus principios activos, pero también sus riesgos y límites.
No hay comentarios:
Publicar un comentario