Conocida y respetada desde hace mucho tiempo por su toxicidad sobre algunos animales. El ganado vacuno y caballos no suelen comer esta planta aunque pasten al lado de ella pues tiene un sabor amargo y la detestan, pero si se ha recogido y desecado pueden tomarla mezclada con otras hierbas. Provoca graves daños al hígado.
Posee tallos rectos y erguidos que pueden alcanzar los 2 metros de altura, ramificados solamente al final donde se agrupan los capítulos florales. Las hojas son alternas y desprenden un olor característico desagradable, además poseen una forma singular.
Las flores se disponen formando densas y amplias inflorescencias con varios floretes o falsos pétalos amarillos alargados, y un receptáculo central plano. Posee un largo período de floración entre junio-julio hasta octubre-noviembre.
Suelen aparecer en taludes, terrenos alterados o abandonados, cunetas y márgenes de caminos, huertas, prados, …….. con suelos húmedos y algo nitrificados por la presencia o paso del ganado, desde la costa hasta lugares serranos o algo montañosos.
Crece en casi toda la Península Ibérica, más escasa o inexistente hacia el Este o Sureste. Originaria de Europa se ha extendido por todos los continentes. Usada como planta medicinal en épocas del pasado. No es recomendable para usos internos por su peligrosidad, puede causar daños al hígado. También se ha empleado para lavar heridas, quemaduras e inflamaciones oculares.
Debido a su popularidad posee numerosos nombres vernáculos, dependiendo de los lugares se le llama ´gusanera`, ´suzón`, ´herba do sapo`, ´hierba lombriguera`, ´sacapeos`, ´hierba jacobí`, ´hierba de Santiago`, ázuzón` …….
Existen algunas versiones sobre su nombre específico ´jacobaea`, por una parte al ser una planta de floración tardía parece indicar que sus flores suelen brotar en torno al día de Santiago. También existe la versión de ser una planta muy abundante y conocida por los peregrinos del Camino de Santiago, “eje vertebrador de muchas culturas y distintos saberes”, esta planta permitía cicatrizar las llagas y heridas de los caminantes, de ahí el apelativo ´jacobaea`.
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