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sábado, 30 de diciembre de 2023

Cirsium arvense – Cardillo, cardo cundidor

 

   Dentro de la amplia variedad de cardos que podemos encontrar en la región asturiana, uno de los más abundantes es este ´cardillo` que se localiza disperso por casi todos los rincones desde la costa hasta la montaña. También bastante desperdigado por toda la Península Ibérica. 


   Aparece en bordes de caminos y carreteras, escombreras, claros de bosque, sobre todo en suelos removidos ricos en nutrientes, …… También en cultivos, tenida en cuenta como una mala hierba molesta. En general está considerada como maleza y ruderal.



   Es una planta erguida con tallos muy ramosos, foliosos y sin espinas, que posee largos estolones rastreros y que puede llegar a los 120-150 cm de altura. Sus hojas son enteras, lanceoladas a ovaladas, con lóbulos triangulares espinosos y dispuestas a lo largo de todo el tallo.



   Las flores se ubican en inflorescencias tipo capítulo, terminales y solitarias, con pedúnculo corto. Es habitual encontrar muchos capítulos juntos. Posee un llamativo involucro con brácteas acabadas en una corta espina. 



   Las flores son rosadas-purpúreas o rosadas-azuladas, pentalobuladas  con un largo tubo y un limbo bien diferenciados. El fruto es un aquenio amarillo-pajizo que posee un vilano plumoso que sirve de ayuda para su dispersión por el viento. La semilla consigue subsistir en el suelo mucho tiempo.


   Florece desde junio-julio hasta septiembre-octubre. También se reproduce de forma vegetativa. Las prolongadas raíces y el laboreo de la tierra favorecen la diseminación de fragmentos de la raíz.



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