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sábado, 28 de junio de 2025

Tembladeras, pendientes, lágrimas - Briza máxima

 

   Posiblemente sea una de las Gramíneas más fáciles de identificar, las plantas llaman la atención por sus espiguillas colgantes y temblorosas que se mueven con facilidad cuando se tocan o por la mínima acción del viento,  recuerdan vagamente a pequeños insectos.



   En la región asturiana la podemos encontrar en diversos hábitats, abarcando bordes de caminos, campos de cultivo, bosques y matorrales, lugares alterados, preferentemente en lugares abiertos, desde lugares de costa hasta zonas de media montaña.


   Posee tallos derechos que pueden alcanzar desde 20-30 cm a 60-70 cm, con raíz muy fibrosa. Aunque las plantas suelen crecer juntas, a menudo prosperan solitarias. Hojas envainantes, largas y lanceoladas que envuelven al tallo.



   De la inflorescencia tipo panícula, largamente pedunculada, salen ramas solitarias o duplicadas con una o dos espiguillas o espículas escariosas, rechonchas, acorazonadas, grandes, que cuelgan de unos pedúnculos delgados. 



   Las espículas o espiguillas son muy llamativas y presentan un color verde pálido o púrpura, y tienen una estructura membranosa. Florecen desde marzo-abril hasta junio-julio.



   Es una planta que podemos localizar en jardines silvestres y terrazas, utilizada como ornamental. También se usa como flor cortada y seca para adornar.


   En Asturias también encontramos y en muchas ocasiones la podemos confundir con otras dos especies muy parecidas a ella, la Briza media y la Briza minor. Las únicas diferencias están en el tamaño y número de espiguillas, más cantidad y menor tamaño en estas ultimas. 



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