Visitantes

viernes, 19 de abril de 2024

Cincoenrama - Potentilla reptans

 

   Es una planta perteneciente a la familia de las rosáceas y frecuente en toda la región asturiana. En ocasiones podemos confundirnos pues existen diversas especies de Potentilla y por otra parte hibridan con alguna frecuencia. 



   Se desarrolla en lugares muy variados desde la costa hasta la alta montaña: bordes de caminos, cunetas, zonas baldías, escombreras, cultivos abandonados, praderas, principalmente en entornos soleados, nitrificados y algo húmedos. Se encuentra dispersa por todo el territorio europeo.


   Conocida también con otros nombres populares, como pata de gallina o pie de Cristo la ´potentilla reptans` se diferencia del resto pues posee tallos delgados, rastreros y de color rojizo de hasta un metro de longitud, y también por sus hojas divididas hasta la base.



   Su nombre popular ´cincoenrama` hace referencia a los cinco lóbulos de sus hojas, aunque a veces tiene siete, visiblemente dentados. Sus tallos rastreros son fértiles pues enraízan con facilidad en los nudos donde se forma una nueva hoja, muy pequeña pero ya con las cinco hojuelas.


   Las flores de la ´potentilla reptans` son amarillas y poseen un pedúnculo largo que brota de las axilas de las hojas. Destacan sus cinco pétalos acorazonados y cinco sépalos puntiagudos, también sobresalen numerosos estambres con anteras que tienen tendencia a oscurecerse. Las flores suelen aparecer solitarias en ápices terminales.



   Dependiendo de su proximidad a la costa o a la montaña empieza a florecer un poco antes o más tarde entre los meses de marzo y abril, hasta entrado el otoño en septiembre-octubre.



   Los rizomas y raíces de algunas ´potentillas` contienen taninos, tienen propiedades astringentes y antidiarreicas. Resulta fantástico encontrar personas por las aldeas asturianas que todavía te comentan el uso de la ´cincoenrama` en infusiones, para tratar casos de diarreas y problemas de garganta. 



viernes, 23 de febrero de 2024

Vinagreta, pan de cuco, flor de sueño - Oxalis pes-caprae

 

   No es difícil localizar esta planta a lo largo de la comunidad asturiana, principalmente cerca de la costa. En algunos lugares es muy popular y resulta extraño cuando sabes que se trata de una especie alóctona e invasora, realmente no suele generar alteraciones relevantes en su hábitat natural, aunque su expansión es cada vez más notoria.


   Proveniente de la región del Cabo y otros lugares de Sudáfrica, no conocemos con precisión ni cuándo ni cómo se introdujo, supuestamente con fines ornamentales o como una viajera fortuita entre otras plantas, hace ya más de un centenar de años. Aunque por otra parte resultaba un tanto extraño su período invernal de floración. 


   Ciertamente está considerada como mala hierba, extendida y asilvestrada en muchos terrenos de nuestra región. También muy dispersa en terrenos cultivados o alterados, bordes de caminos y otros herbazales. Durante su tiempo floral puede producir llamativos tapices amarillos.


   No resulta complicado identificarla pues posee vistosas flores con cinco pétalos de viva tonalidad amarilla al final de un largo tallo carnoso y siempre en gran número formando lucidas inflorescencias, con forma de embudo y que se abren y luego se cierran con la puesta del sol. Florece desde octubre-noviembre hasta abril-mayo.


   Es una planta herbácea baja o muy baja, sin un tallo aéreo definido. Las hojas poseen un peciolo largo con foliolos acorazonados en forma de trébol que tienen minúsculos lunares oscuros.


   Por otra parte no deja de ser insólito que sea capaz de ocupar tanto terreno al tratarse de una planta que no fructifica, no genera semillas. Aunque observamos a algunos insectos meterse dentro de sus flores, no hay polinización. La causa de este singular hecho se debe a que nuestros polinizadores habituales no son capaces de producir una polinización efectiva y la consiguiente fecundación en esta ´oxalis`.


   Su reproducción es exclusivamente vegetativa o asexual, mediante sus pequeños tubérculos con bulbillos que se dispersan con la ayuda de la actividad humana por residuos de zonas ajardinadas, movimientos de tierras o arrastrados por el agua. Finalmente consiguen enraizar y brotar de nuevo en distintos lugares.


   Por último, si queremos averiguar que objetivamente la vinagreta sabe a vinagre podemos comprobarlo mordisqueando alguno de sus tallos, pues contienen ácido oxálico. No debemos pasarnos pues dicen que ´la vinagreta es un tónico estomacal, pero también es tóxico`.