Su nombre procede del griego, melissa: trabajadora como la abeja, es cierto que es muy visitada por las abejas y abejorros, quizás al ser agradablemente olorosa se comprende esta atracción. Poseen néctar pero la planta tiene largos tubos por lo que resulta complicado para las abejas con sus cortas trompas, más fácil para abejorros y mariposas.
Planta perenne con tallos derechos y cuadrangulares de hasta 80-90 cm, pelosos, muy ramificados desde la base, y procedentes de un rizoma. Posee hojas grandes, opuestas, ovaladas y bordes con amplios dientes regulares. El envés cubierto de finos pelillos al igual que el tallo.
Flores labiadas, grandes y vistosas, nacen de dos en dos en cada nudo y orientadas en el mismo sentido. La corola posee un largo tubo blanco de 3-4 cm. de largo, que al final se abre en dos labios, con manchas purpúreas-rosadas dispersas en el lóbulo inferior y en la garganta. El cáliz es tubular más ancho que el de la corola.
Se distribuye por casi todo el continente europeo menos en el norte. En la península ibérica se despliega por las comarcas del norte, siendo parcialmente habitual en los parajes colinos y montanos de la región asturiana, desde la costa hasta los 1000 metros de altitud.
Crece en bordes de caminos, matorrales, claros y caminos de bosques, prados y taludes de terrenos secos y con algo de frescura. Prefiere la sombra o la penumbra, pero también necesita algo de calor. Florece desde abril hasta julio-agosto.
Esta labiada olorosa también conocida como ´toronjil` posee atributos como planta medicinal presentando propiedades diuréticas, depurativas y sedantes. Una infusión con unos 20-30 gramos de la planta en un litro de agua sirve para limpiar y cicatrizar las heridas.
Existía la creencia en algunas zonas de que ahuyentaba los malos espíritus, y elimina los malos olores del interior de las casas.
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