La búgula o consuelda media es muy frecuente en Asturias, crece en ambientes con suelos húmedos, prados de siega, bosques mixtos y herbazales en las orillas de regatos, arroyos y ríos.
La planta posee un rizoma del que salen largos estolones superficiales con hojas, propagándose rápidamente. Sus tallos son derechos y peludos en caras opuestas, alcanzando una altura de 10 a 40 cm. Posee una roseta de hojas en la base, grandes, enteras y con largos peciolos, pero apenas tiene hojas en el tallo.
Las flores, azuladas, se agrupan en inflorescencias densas, de 6 flores, con brácteas de tono azulado que las protegen, y se abren al exterior por dos labios, el superior muy corto y el inferior grande formado por tres lóbulos. Si te detienes a contemplarla de cerca podrás comprobar sus encantos. Florece de abril a junio.
Como aclaración, las brácteas son unos órganos parecidos a las hojas que acompañan a algunas flores, pero diferentes y con distinta consistencia que las hojas normales. Su función principal es proporcionar protección a las flores o inflorescencias inmaduras. No son hojas y tampoco forman parte del cáliz y corola, pues aunque son verdes apenas participan en la fotosíntesis. Suelen tener un tamaño más pequeño que las hojas normales y muchas veces las confundimos con ellas.
La búgula tiene una larga historia de uso como hierba de las heridas, y aunque se utiliza muy poco hoy en día todavía se considera útil para detener las hemorragias.
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