Esta planta de aspecto débil y con tallos colgantes en muchos muros de piedra, rocas y tejados, suele llamar la atención y enamora por el colorido de sus pequeñas flores.
Al parecer originaria de Italia es muy frecuente en nuestra región y habita lugares sombríos y húmedos de casi toda la península ibérica. Está ampliamente extendida.
Se parece a la hiedra por la forma de sus hojas, pero son mucho más pequeñas y frágiles, un tanto acorazonadas, anchas y divididas en 5-7 lóbulos. Las flores son solitarias, de color violeta pálido y con la garganta amarilla, y tienen una forma muy peculiar, sostenidas por largos pedúnculos que salen de las axilas de las hojas. Florecen de mayo a octubre.
En Asturias se conoce como cimbalaria, juntapulpa o palomilla de muro; pero al ser muy habitual en toda la península toma nombres diversos, dependiendo de las zonas o regiones. Es curioso que en algunos lugares es utilizada y cultivada en jardinería, mientras que en otros se considera una planta invasora y mala hierba.
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