Muy frecuente en toda la región asturiana podemos encontrar esta ‘cruciata` en setos, bordes de caminos, herbazales, ….. le gustan los lugares sombríos o en semisombra, ricos en materia orgánica y con humedad, desde el nivel del mar hasta la cordillera. Si nos detenemos para observarla con detalle, resulta muy interesante.
Se trata de una planta frágil y delicada, con tallos simples y ascendentes de 25-70 cm de altura, con cuatro caras y cubiertos de numerosos pelos extendidos que se ven claramente. Las hojas son desde lanceoladas a un poco ovaladas, y dispuestas de cuatro en cuatro en los nudos. Suele formar grupos, a veces bastante extensos.
Sus flores nacen en la parte superior formando inflorescencias cimeras, y encima de las hojas, creando sugerentes conjuntos en forma de corona. Son de color amarillento-verdoso o amarillo limón.
El nombre hace referencia a la disposición de los cuatro segmentos de la corola originando una cruz, son muy pequeños y rematan en una diminuta pica. Huelen a miel, de ahí su nombre popular ‘hierba de miel`. Florecen desde marzo-abril hasta junio-julio.
Actualmente tiene escaso uso en la medicina natural, pero en tiempos pasados era muy aprovechada para curar y cicatrizar heridas. También como astringente para combatir la diarrea. Algunas guías utilizan el nombre científico ‘galium cruciata` para identificar esta misma planta.
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