Es una planta herbácea de presencia diversa en la región asturiana, localizada en bordes de caminos, lugares removidos, lugares transitados, …….. desde la costa hasta la montaña. En el Cerro de Santa Catalina de Gijón, a los pies del Elogio del Horizonte podemos disfrutar de su presencia.
Hay dudas sobre su origen, en la actualidad se ha naturalizado en casi toda Europa. Posee otros nombres científicos sinónimos, quizás el más conocido o utilizado sea el de Chamomilla suaveolens. Es muy aromática y se diferencia fácilmente por la ausencia de lígulas o pétalos.
Pertenece al amplio grupo de manzanillas o camomilas, plantas medicinales utilizadas desde tiempos ancestrales por la población asturiana, “una yerba conocida y provechosa”. En la península ibérica se utilizan más de cincuenta especies diferentes como manzanillas, camomilas o con otros nombres derivados.
La “matricaria discoidea” es una manzanilla falsa, manzanilla silvestre o manzanillón, y no suele ser utilizada como remedio curativo para los problemas digestivos.
La planta puede llegar a los 25-30 cm, con tallos ascendentes, carnosos y muy ramificados. Hojas lampiñas, sin pelillos, y divididas en numerosos segmentos lineales. Llaman la atención sus capítulos globulares amarillos verdosos, que se agrandan a medida que maduran. Florecen desde los últimos días de primavera y durante el verano.
Los frutos se ponen viscosos y pegajosos con la humedad, aprovechando esta cualidad para engancharse o acoplarse a zapatos, neumáticos, ….. y consiguen recorrer grandes distancias. De esta manera han conseguido extenderse por la mayoría de los países de Europa.
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