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viernes, 2 de agosto de 2024

Oreja de gato, amor de hombre - Tradescantia fluminensis

 

   Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, esta especie está incluida en el ´catálogo español de especies exóticas invasoras`. Un diminuto pedazo de tallo sirve para que una nueva planta brote, aparecen nuevas raíces y en poco tiempo se extiende haciéndose dueña del lugar.


   Le encantan los espacios frescos y húmedos, a cubierto de heladas y de largas exposiciones al sol y tiene un gran poder de adaptación. Por este motivo es fácil localizarla en cunetas, taludes y sotobosques próximos a zonas pobladas. 



   Procedente de América del Sur, en la región asturiana posee un comportamiento invasor en zonas ribereñas, viarias y en los sotobosques húmedos, ensombrecidos y cubiertos o protegidos. Se transmite o se dispersa vegetativamente, a través de sus tallos enraizantes de los nudos inferiores o pequeños fragmentos arrastrados por el agua o el viento. 



   Es una planta herbácea reptante con tallos que alcanzan los 40-60 cm de altura y hojas alternas, enteras, ovado-lanceoladas, carnosas y tonos verdosos generalmente con tonalidad purpúrea por el envés.



   Forma inflorescencias de llamativas flores blancas con largos pedúnculos, provistas de tres pétalos blanquecinos y seis estambres rodeados de numerosos pelos con vistosas anteras esféricas. Florece desde marzo-abril hasta junio.



   Como la mayoría de las plantas alóctonas e invasores que tenemos en Asturias, fue introducida con fines ornamentales a finales del siglo XVIII por lo que está naturalizada y muy asentada en nuestra región. Debemos de tener mucho cuidado a la hora de podar o desbrozar esta planta, en muchas ocasiones generamos montones de restos que favorecen su expansión.




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